Hubo un tiempo en el que para dormir, buscaba mi hueco entre tu cuello y tu pecho y escuchando tu respiración y tus latidos me dormía con una sonrisa.
También hubo un tiempo en el que las horas pasaban muy lentas mientras esperaba que volvieras a mirarme desde esos ojos.
Un día fueron realidad todos los sueños que tenía, cada noche mi cabeza creaba una historia que al día siguente la realidad mejoraba con creces.
No hace mucho tiempo aún creía en los cuentos y en las historias que nos inventabamos, y durante unos días parecía que podían hacerse realidad.
Tenía un menú diário de besos, caricias, risas, sol, piscina, cantar canciones ttiradas por los suelos, mensajitos por las noches y velas perfumadas.
Tus manos, tu sonrisa...
Erase una vez una historia de esas que se acaban, una historia de las que no sabes con qué quedarte, de las que no entiendes que ha pasado en realidad...
Erase una vez un cuento de los que no se les leen a los niños, pero que posiblemente sea el cuento más bonito que ha existido jamás.
También hubo un tiempo en el que las horas pasaban muy lentas mientras esperaba que volvieras a mirarme desde esos ojos.
Un día fueron realidad todos los sueños que tenía, cada noche mi cabeza creaba una historia que al día siguente la realidad mejoraba con creces.
No hace mucho tiempo aún creía en los cuentos y en las historias que nos inventabamos, y durante unos días parecía que podían hacerse realidad.
Tenía un menú diário de besos, caricias, risas, sol, piscina, cantar canciones ttiradas por los suelos, mensajitos por las noches y velas perfumadas.
Tus manos, tu sonrisa...
Erase una vez una historia de esas que se acaban, una historia de las que no sabes con qué quedarte, de las que no entiendes que ha pasado en realidad...
Erase una vez un cuento de los que no se les leen a los niños, pero que posiblemente sea el cuento más bonito que ha existido jamás.