lunes, 12 de noviembre de 2012

Una posibilidad entre un millón

Anoche tuve la suerte de encontrarme con esta imagen:





Y esta vez, a pesar de la cantidad de pasteladas que hay por Internet que lo único que consiguen es que me suba el azúcar, me removió algo por dentro.

Pensé en lo estúpidos que somos los humanos. Estamos constantemente buscando algo mejor, algo más. Pasamos la vida buscando algo mas allá del horizonte y no nos damos cuenta de que estamos perdiendo lo que está aquí al lado...

Y lo mejor de todo es que cuando dejamos de mirar al horizonte y por casualidades de la vida nos dignamos a valorar lo que tenemos, ¡¡¡nos permitimos el lujo de tener miedo!!!

Miedo a que salga mal, miedo a ilusionarnos y que no sirva de nada, miedo a tener que romper, miedo a olvidar, a ese "duelo" que hay que pasar, miedo a perderlo todo.... ¡¡MIEDO A SER FELICES!!

Sinceramente, manda narices.

El texto que he pegado tiene mucha razón. Y no solo es aplicable a las relaciones de pareja, esa manía la extendemos a todos los aspectos de nuestra vida.
Hemos aprendido a no valorar nada, a ser unos caprichosos que siempre quieren más y cuando ya tenemos ese "más" nos acostumbramos a ello y dejamos de valorarlo.

Acaso nos creemos inmortales? Acaso no sabemos que nada es para siempre y que "el amor es eterno mientras dura" pero todo lo demás también se acaba?

Estoy empezando a pensar que lo que debería darnos miedo no es que las cosas puedan salir mal, sino que seamos tan estúpidos de no saber valorarlo, y que pasen los años y digamos... ojalá lo hubiese disfrutado, ahora ya no se puede.

Porque mañana todo será distinto, no serás joven, o no tendrás tiempo, o tendrás otras preocupaciones, tendrás que priorizar otras cosas.... y todo lo que quedó atrás maltratado por nuestra arrogancia no tendrá camino de regreso, habrá pasado sin remedio. Y nosotros tan engreídos creyendo que había algo mejor.

Puede ser que haya algo mejor, pero... ¿Y si lo que tienes ahora es lo mejor que vas a tener ahora?

Así que, niños, dejad de buscar en el horizonte esos cantos de sirena, porque si tienen que llegar, llegarán, pero siempre habrá otro horizonte y después de ese, otro más, nunca terminaremos de preguntarnos que habrá mas allá, pero mientras llega... disfruta.

"Que la vida son tres días y vamos por el segundo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario